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Prefiero verte y no hablarte,
prefiero ver como se contonean tus labios
sobre los helados de nata,
prefiero disfrutar de ese baile dulce
que emanan cuando se rozan,
cuando se funden sobre mi mar verdoso
disfrutando de esa ola de dulzura
que al final rompe cuando me hablas

pero aunque caiga,
me subiré sobre sus lomos,
una y mil veces,
y disfrutaré
de ese leve pero intenso instante,
y cuando llegue a la arena
veré como te desvaneces a lo lejos
sin importarme volver mañana a tu encuentro,
quieta, vigilante, quizás cobarde,
pero tranquila y expectante,
de verte, de sentirte, de soñarte...

prefiero que no me hables,
prefiero recordarte,
recordar cómo eran tus gestos,
tus sueños, tus ataques,
las majestuosas muescas,
reveladas al mirarme,
agradables, errantes,

prefiero recordar lo que encontré en tu alma
y no escucharte.

prefiero...

helados de nata

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