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Desde un lugar del mundo

Qué complicadas se tornan a veces las cosas más sencillas y cotidianas de la vida, 
después de un día de cierzo, o una dulce brisa, descubres que los 6 kilos de ropa, además de secos, son uña y carne entre tela, cuerda y pinzas...

Entonces piensas que la fuerza de los elementos se han vuelto contra ti, 
que eres la única persona de la comunidad a la que le pasan estas cosas...

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Así, los países, grandes y pequeños, se enzarzan ante las adversidades, sin vislumbrar que este gran lazo de colores, este efímero abrazo del mundo, para el mundo, es la única forma de entendimiento,

porque todos tenemos que decorar fachadas tras las que vive el vacío

y porque todos queremos vestir fachadas donde habitar

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...pero la alegría de recolectar todo en el cesto de la ropa, sin perder nada en el patio de luces, hace que miremos con optimismo la siguiente colada

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y si simbólicamente unimos nuestras banderas para detonar días de fiesta, 
y acariciadas por el viento bailan al son de la música...

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cuando este son cese, recojámoslas con mimo